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Al gozoso desenfreno de tus labios, a la carpa que el deseo te levanta. Yo me hundo yo me pierdo y busco saciar sed, lujuria y mas deseos. Inmerso en el poder de tu cadera, concentrado, sustraído y aturdido por el ir y venir de tu sagrado templo.
Bendecida pues mi boca, un sifón abierto el orgullo que devora a tu inclemencia; La cadencia rebosante, firme y bien erguida que penetra,sucumbe y me deja sin aliento.
La adentras ansiosamente cada vez mas, quieres penetrar adentrarte a los avernos.El instinto premonisa y detengo la montaña de tu cuerpo, como profecía las palmas del iluminado. Congelan tu embestida.
He imitando imagen de leyenda: La serpiente que devora hombres.Tu obelisco es consumado, ofrecido en sacrificio vuelve hacia mi boca.
Solo empujo arremeto bruscamente y todo dentro es ahí donde lo siento tan profundo, palpitante y calcinando mi gargantael tiempo es fragmentado, las galaxias se detienen tu ojos muestran al blanco el color del infinito.
Y de que aquella punta seda liquida gotea, chorrea es la sangre de tu alma la que escurre por tu sexo, es plasma divino que nutre a mis pesares y me ayuda al olvido.
La gloria es ver tu cuerpo doblado en arco hasta el cielo, con tu miembro señalando al sol del medio día en la cúpula celeste de mi boca.
Dando inicio al fin y un final para el comienzo.
Bendecida pues mi boca, un sifón abierto el orgullo que devora a tu inclemencia; La cadencia rebosante, firme y bien erguida que penetra,sucumbe y me deja sin aliento.
La adentras ansiosamente cada vez mas, quieres penetrar adentrarte a los avernos.El instinto premonisa y detengo la montaña de tu cuerpo, como profecía las palmas del iluminado. Congelan tu embestida.
He imitando imagen de leyenda: La serpiente que devora hombres.Tu obelisco es consumado, ofrecido en sacrificio vuelve hacia mi boca.
Solo empujo arremeto bruscamente y todo dentro es ahí donde lo siento tan profundo, palpitante y calcinando mi gargantael tiempo es fragmentado, las galaxias se detienen tu ojos muestran al blanco el color del infinito.
Y de que aquella punta seda liquida gotea, chorrea es la sangre de tu alma la que escurre por tu sexo, es plasma divino que nutre a mis pesares y me ayuda al olvido.
La gloria es ver tu cuerpo doblado en arco hasta el cielo, con tu miembro señalando al sol del medio día en la cúpula celeste de mi boca.
Dando inicio al fin y un final para el comienzo.
José Fevos Apolonio
4 comentarios:
Hola lokito lindo!
como estas?
si es verdad que estaba un tanto alejado de la pagina y solo entraba para actualizar de ves en cuando, es que anda con muchas cosas, ya que dentro de poco me mudo de ciudad y estamos acondicionando un lugar (una confiteria) para trabajar en ella.
Pero prometo visitarte mas de seguido o por lo menos via mail.
Te mando un muy fuerte abrazo loco!
Cuidate mucho y pasala lindo.
Bye bye.-
Muy buenas las fotos en blanco y negro y el texto. Si me permites una sugerencia, los comentarios no se ven, los ya escritos quiero decir, cmo no les pases el puntero por encima, sería cuestión de cambiar la letra, más bien el color, es solo un consejo.
Saludos desde el sur.
Mi loko, gracias por la visita, solo desearte que todo salga bien que te lo mereces.
Besos.
Mi querido Jose, gracias pero yo leo perfectamente los comentarios, de todas formas intentaré solucionarlo.
Besos.
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