El 18 de julio de 1936 se produce la sublevación militar que da comienzo a la guerra civil española, y que supone para Galicia el fin del régimen democrático de la segunda republica y el comienzo de una larga dictadura que durara hasta después de la muerte del general franco en 1975.
Los golpistas sublevados convierten en octubre de 1936 a San Simón en una cruenta y precaria prisión de presos políticos, en la que se calcula que padecieron cárcel más de seis mil ciudadanos hasta su cierre en 1943.
Durante este periodo las bellas edificaciones del lazareto y la organización de los espacios de las islas, responderá a un nuevo cometido carcelario, aprovechando todas las construcciones existentes para su nuevo uso. En algunos edificios se ubican los lugares de residencia de los presos, en los que pernoctaban apilados centenares de detenidos, que en los momentos de mayor masificación llegaban a superar las 2000 personas. En otoño de 1937 llega a las proximidades de San Simón un buque prisión llamado Upo Mendi, con 600 presos en su interior, que van a vivir a bordo en peores condiciones que en la isla.
La cárcel se emplazaba propiamente en la isla de San Simón y estaba atendida por funcionarios de prisiones y vigilada por fuerzas militares, que se ubicaban en la isla de San Antonio. El mar que rodea el campo, la vigilancia mediante garitas, las patrullas militares y el miedo de los presos, hace que apenas se produzcan huidas.
Al miedo, especialmente intenso en los primeros meses de funcionamiento del campo de concentración, y a los sistemas represivos, tenemos que añadir las nefastas condiciones sanitarias, de servicios básicos y de alimentación de los reclusos. Las malas condiciones del lugar y la precariedad ocasionan desnutrición y enfermedades lo que se traduce en una alta mortalidad.
Solo la solidaridad entre reclusos y el apoyo que reciben de familiares, amigos y vecinos, logran aminorar en parte la situación.
Después de servir de campo de concentración, San Simón se destina a otro uso bien diferente, cuando el régimen de la dictadura decide ubicar en la isla un Albergue Nacional dedicado a residencia temporal de personas vinculadas a la organización denominada Guardia de Franco. La tragedia que acompaña a las islas se impone nuevamente en el lugar, y un día de agosto de 1950, tras un naufragio de la lancha A Monchita, mueren 43 miembros de la Guardia de Franco, lo que supone el cierre definitivo del albergue.
Durante más de treinta años las islas de San Simón y de San Antonio quedan abandonadas, pero a mediados de la década de 1990 la Xunta de Galicia comienza a estudiar la recuperación integral.
Las islas de San Simón y San Antonio, fueron declaradas por la Xunta de Galicia Bien de Interés Cultural con categoría de sitio histórico median decreto 237/99.
De titularidad pública son gestionadas por la Xunta. Las obras de rehabilitación terminan en 2005 y en febrero de 2007 se da el paso definitivo para la apertura.
Las visitas son gratuitas durante los meses de agosto y septiembre y se puede reservar en el 986 90 38 84 de lunes a viernes de 9 a 14h y de 16 a 19h.
FOTOGRAFÍAS: 1/2/3/4:FUNDACIÓN ILLA SAN SIMÓN
FOTOGRAFÍAS:5/6/7/8/9/10/11/12/13:JAVIER