Cuando se habla del punto G, la imagen que podemos hacernos es la de una mujer. Pero hay que aclarar que los hombres también tienen su punto G. Y que es un punto que, como en la mujer, produce unos orgasmos intensos, duraderos y llenos de placer.
Este punto de estimulación sexual es en realidad, la próstata, y se encuentra en la pared frontal del recto. Es una zona delicada, pues es una zona que no suele generar fluidos, por lo que la lubricación suele ser nula.
Por ello debemos utilizar un lubricante, para hacer que la penetración sea más fácil y menos fuerte. Sin la lubricación necesaria, podemos llegar a irritar el ano de nuestra pareja.
Acceder a este punto es difícil para una persona sola, por lo que es mejor que la penetración te la haga otra persona. Una vez tengas bien lubricado lo que vayas a introducir (dedo, consolador,…), mételo por el ano y presiona firmemente la pared frontal del recto.
El punto G se encuentra en la pared frontal, y tiene forma de nuez. Una vez encontrado el punto , masajea firmemente el punto en dirección hacia abajo.
Los orgasmos masculinos a través del punto G dicen que son más intensos, y que la eyaculación suele ser un chorro continuo, al contrario que las eyaculaciones del pene que son a borbotones.
Muchos hombres no quieren realizar esta práctica y llegar a descubrir este punto cuestión cultural, piensan que van a perder masculinidad, que serán menos machos. Lo que es cierto, es que quienes lo han probado repiten, pues afirman que es una experiencia de lo más satisfactoria.
FOTO 3: DILAN ROSSER