MAR DE LA MAÑANA
Aquí que me detenga.
Que también yo contemple un poco la naturaleza.
Azul esplendoroso de un mar de la mañana
y de un cielo sin nubes, y una ribera amarilla: todo hermosamente
y con plenitud iluminado.
Aquí que me detenga.
Y que me engañe como que veo esto
(lo vi en verdad un instante cuando recién me detuve);
y no también aquí mis fantasías,
mis recuerdos, las visiones de la voluptuosidad.
KONSTANTINO KAVAFIS